Muy buenos días, tardes, noches o lo que sea en este instante. Me extrañaron? No creo, pero digamos que si, total no vivimos cerca.
Todo el que aun entra acá (admito que me sorprende su perseverancia) suele entrar con la esperanza de encontrar humor de dudosa calidad y moralidad, así que les cuento un chiste:
Un rabino, un cura y un shamán entran a un bar, excepto que no hay un rabino ni un shamán y en realidad es mi cumpleaños número ocho y el cura me está acosando.
Cara de "no me peguen, ténganme lástima y dénme limosna para el Vat69"
Listo.
Les quería comentar que cuando estaba volviendo y deglutiendo una docena de cañoncitos (o cuatro), pensaba que estaría re bueno volver a dedicarle un poco de tiempo al blop que tantas satisfacciones me ha dado, y más de seguro que a alguno de ustedes también, pero para hacer eso necesitaría la ayuda de alguna otra mente siniestra que también quiera dominar el mundo, o que al menos contara con un poco de tiempo para escribir gansadas. Así que puse un aviso en los clasificados del cancionero de la capilla Nuestra Señora de los Dolores de Parto (fue lo más barato que conseguí, solo me costó mi alma… que ya había empeñado por una lata de arvejas unos cuantos años atrás).
Bueno, alguien llamó, y como todo un caballero le hice proposiciones indecentes al enterarme que era mujer no menor de edad.
Al ser rechazadas, no me quedo más remedio que mencionarle mis planes. Fui rechazado nuevamente y apodado “cerdo, insensible, degenerado, machista y medio boludo”.
Como vi que no había posibilidad alguna de arrimarle el bochín, le pregunte si quería escribir en un blog de gansadas.
Su respuesta fue la esperada: “de cuanta plata estamos hablando?”
Reí. Duro. Así como los finales de los dibujitos animados de los ‘80 y ’90 que terminaban siempre en una carcajada grupal sin sentido. Bastante creepy cabe destacar.
Luego de una larga charla, logre convencerla de que escribiera, aunque no logre convencerla de que me diera un poco de bola.
Igualmente no daba para arruinar lo que tanto trabajo me costó arruinar yo solito (me refiero a este blop) así que aquí va a quedar. La idea fue empezar un nuevo proyecto desde 0, nombre nuevo y compañía, pero la misma cara de boludo con la que sale en todas las fotos.
Y así, como el ave fénix que se retuerce en sus cenizas nació Patada al Hígado, que es más de lo mismo pero ahora con biopuritas y L-casei defensis.
Sin nada que decirles más que gracias por haber estado y compartido pelotudeces y divagues conmigo, los invito a mi nuevo hogar. El único requisito es que se limpien bien las patas antes de entrar que el piso esta recién encerado y me da paha volver a encerarlo.
Recuerden, el que se va sin que lo echen… es porque alguna cagada de mandó.
Nos vemos! ( o no, que soy yo acaso? Mentalista?)
síganme... seguramente si los vaya a defraudar, pero mientras tanto
me pego la buena vida, manada de zuripantas en celo.
